Capitulo Seis: Zoey
sábado, 2 de marzo de 2013 ? 3 Opiniones ?
Primera Parte: Haley
La habitación de Ethan la calificaría como la habitación de una chica, no es porque sea rosa, violeta o de aquellos colores que alumbran feminidad, sino porque está completamente en orden, incluso más ordenada que la mía, tiene algunos posters de bandas que no reconozco en absoluto, un escritorio con su ordenador a un lado su biblioteca con los libros establecidos por orden alfabético, entonces detengo mi mirada en su cama, tiene un oso de peluche pequeño allí junto a sus almohadas azules, debo estar delirando por la fiebre que aun tengo porque no creo que mi hermanastro vaya a tener algo tan ¿tierno? en su habitación
― ¿Haley? ―escucho como me llaman desde la ventana y recuerdo que debería estar abriendo la puerta no caminando hacia su cama inspeccionando el objeto extraño
El oso es café, tiene un gran corazón que dice Te amo entre sus brazos y puesto un camisón rosa. Al tomarlo entre mis manos siento su olor a frambuesa, rasco mi nariz, odio ese olor. De una de sus piernas cuelga una pequeña nota
Mantén tu mirada en mí… Zoey
Vale ahora sí que estoy delirando
Las imágenes de una chica con labios sexys en el autobús vienen hacia mí, lo extraño es que no recordaba su nombre desde el incidente en la cafetería pero Kiara me lo ha recordado hoy
Dejo el peluche en su ubicación anterior, me retiro el cabello mojado de sudor de mi frente y camino por las escaleras, Ethan no está allí, debe pensar que me he muerto en su habitación
― ¡Cabezón! ―grito sin muchas ganas apoyándome contra el marco de la puerta y él aparece con una sonrisa en su cara
―gracias a Dios, pensé lo peor―pasa por mi lado tomándome del brazo―vamos a tu habitación
― ¿Estamos en tregua? ―cuestiono parpadeando varias veces, mis ojos se quieren cerrar por si solos pero tengo que estar segura que no se comportara como un marrano al verme tan débil
―estamos en tregua―me asegura cerrando la puerta y llevándome a mi habitación
La luz del sol entra por la ventana con ímpetu cegándome al instante, me cubro los ojos
―las ventanas Ethan―susurro, el me deja un momento apoyada contra la pared y se dirige a cerrar las cortinas
Se vuelve para mirarme allí parada y una mueca de desagrado pasa por su rostro
― ¿Tan horrible me veo? ―no contesta, solo camina hacia mí
―están llegando a tu rostro―me informa dejándome en la cama
Toma mis cobijas y me cubre con ellas. Está haciendo algo de frio aunque yo estoy sudando tanto que siento que me voy a deshidratar, Ethan desaparece unos instantes y regresa con paños y agua caliente
―no soy muy bueno en esto―me advierte comenzando a colocar uno en mi frente
―si llego a desmayarme de nuevo solo llama a Zac―le indico mi chaqueta en el suelo, el rebusca entre los bolsillos hasta dar con mi móvil―el te dirá que tienes que hacer
― ¿Zac?
―mi médico de cabecera, es el único que sabe cómo tratarme―sonrió suavemente teniendo en mi mente la imagen de aquel moreno con ojos miel que me sonríe cada vez que llego a su consultorio, es irresistible lo admito
― ¿De qué te estás riendo? ―Ethan moja el paño de nuevo y lo ubica de nuevo en mi frente, pasa algo de agua por mis mejillas y mis brazos
―tuviste algo con Zoey―su mano se detiene a mitad de uno de mis brazos
Te he cogido
― ¿Estuviste espiando en mis cosas? ―el parece algo enojado cuando le miro, deja a un lado su trabajo de enfermero, su mirada me penetra―no te enseño tu mama a…
―no creí que alguien como tu durmiera con un peluche―le interrumpo―me pareció algo gracioso después de que te burlas de los míos todo el tiempo, así que solo le eche una ojeada
Ethan está algo así como apretando su mandíbula con sus ojos ya casi cerrándose de la ira
―de igual forma no tenias ningún derecho a tocar mis cosas
―te he dicho que solo sentí curiosidad―paso mis manos por mi garganta, estoy totalmente seca―además veo que lo que tuvisteis fue muy serio
Sus ojos se abren y él se retira de mi cama
― ¿Tanto la quisiste?
Vale me estoy pasando, lo se
El esta apretando sus puños, pienso que tal vez saltara a mi cama y me golpeara con fuerza ahora que estoy indefensa pero él parece haber quedado congelado en su sitio, retiro un poco las mantas, ahora que estoy comenzando a sentir algo de calor, estos cambios climáticos van a matarme
―no pongas tus narices en mis cosas Haley―hay algo cuando dice mi nombre que me hace estremecer
― no entiendo cómo pudiste meterte con esa descerebrada―declaro tratando de levantarme sin mucho éxito, necesito algo de agua
―no es de tu incumbencia lo…
―tiene un cuerpo envidiable eso lo sé―continuo―pero su mente es cerrada, va caminando por allí como si fuera el mejor culo caliente de la ciudad…
Doy con el primer botón de mi camisa y lo desabrocho suavemente, estoy casi asfixiada con el calor que hace en aquella habitación
―…y tu pareces todo uno de esos de chicas con mas materia gris, aunque tal vez me he equivocado contigo y seas de esos muchos de chicas fáciles, dime algo Ethan
―Haley te advierto―de nuevo dice mi nombre de esa manera que me hace sentir extraña
Es la fiebre, debe ser por la fiebre
― ¿Qué significan esa chica para ti? ―mi pregunta lo hace retroceder― ¿Cómo aguantas su estupidez? ―el va abrir su boca para decir algo pero hablo más pronto― Vi los libros en tu biblioteca, literatura clásica, filosofía griega y contemporánea, astronomía y arqueología ¿Esa chica sabe algo de lo que dicen esos libros?
―no es necesario que comparta mis gustos―su voz es ronca y el ahora está mirando la alfombra
―Te apuesto que ella solo conoce sobre los tonos que salen con aquella alfombra, te apuesto que no sabe que es filosofía, ni arqueología, te apuesto que después de besarte a ti ha besado a más de un millón de chicos, te apuesto que no le interesa haber roto tu corazón
― ¡Haley! ―el grita mi nombre y yo me levanto suavemente de mi cama
―no sabe que te gustan los cereales de chocolate con algo de azúcar, leche y banano―sonrió suavemente recordando la vez que lo encontré preparando uno de ellos para Evelyn , él quería enseñarle como debía preparárselos ella cada mañana―que mantienes una torre de dibujos de automóviles en tu mochila, que cuando sonríes sinceramente se te arruga un poco la nariz, cuando estas molesto tus ojos se cierran suavemente, aprietas los puños y tu mandíbula se endure, ella no sabe que te gusta el color azul rey y que odias los días soleados, que te gusta la lluvia y que tienes una hermanastra
― ¿Cómo sabes que ella no conoce eso?
―por que entonces ella no hubiese sido tan idiota de haberte dejado―Le sonrió suavemente y él me mira arrugando su frente
― ¿Y si yo la hubiese dejado?
―no lo hiciste Ethan, aun atesoras sus cosas, algo cursi déjame decirte―desabrocho otro botón, y acaricio mi garganta
Agua, agua, agua
―Si lo hice Haley―de nuevo aquella sensación por mi columna vertebral―no sabes todo
El comienza a caminar hacia la puerta, creo que se ha acabado nuestra tregua, me levanto para seguirle
―espera, necesito un poco de agua―él se gira hacia mí de nuevo y abre sus ojos ampliamente―por favor―muerdo mi labio, no acostumbro a pedir favores a nadie que no sea mi madre, ni a decirle esa palabra a nadie
¿Qué me pasa?
―Haley―dice él y su tono severo ya se ha ido, lo ha reemplazado uno más profundo
Cierro mis ojos suavemente, definitivamente no me siento bien
―tengo calor Ethan―limpio las gotas de sudor que bajan por mis cines y mi garganta
Siento su mano cuando la ubica sobre la mía en mi pecho
―no hagas eso― me pide, sus dedos se sienten helados en los míos y suelto un pequeño suspiro
Annie-London